jueves, 20 de febrero de 2014

     ¿Cómo pensamos?


A lo largo del día, no paramos de pensar, sea de manera consciente o inconsciente, pero lo cierto es que lo hacemos. 

Con mucha frecuencia, tomamos decisiones, aunque sean de pequeña importancia. Esas decisiones, las tomamos después de hacer una evaluación, y son respuestas a una o varias preguntas que nos hemos hecho aun sin darnos cuenta de ello.

Generalmente funcionamos de manera automática, y no somos conscientes de este proceso, ni por supuesto, de las preguntas que nos formulamos.

Entonces si nuestras decisiones, dependen de las preguntas que nos formulamos, y estas decisiones determinan nuestras acciones y nuestro comportamiento. Podemos determinar, que las preguntas que nos formulamos, determinan nuestro comportamiento y nuestra vida en gran medida.
    
     Nuestras preguntas son la clave.

Si tomamos consciencia del poder verdadero de nuestras preguntas, podemos tener un control sobre ellas, es cuestión de observar y entrenar nuestra consciencia en ello.
Por todo esto, si los resultados que hasta ahora hemos tenido en nuestra vida, no son los que deseamos, es porque no hemos formulado las preguntas correctas. Preguntas de calidad, crean calidad de vida.

Busquemos preguntas capacitadoras, y no preguntas limitadoras. Las segundas, nos llevan a enfocarnos en el problema, metiéndonos en un círculo vicioso destructivo que no nos aporta nada saludable.
Las preguntas capacitadoras, nos enfocan en las soluciones, y nos capacitan en la obtención de buenos resultados.
    
     Cinco preguntas capacitadoras.

Estas son cinco preguntas de gran valor que puedes utilizar para superar cualquier obstáculo que se te presente:
1. ¿Cuál es la magnitud real de este desafío?
2. ¿Qué hay que se puede mejorar?
3. ¿Qué no voy a hacer para lograr que la situación sea como yo quiero?
4. ¿Qué voy a hacer para lograr que la situación sea la que quiero?
5. ¿Cómo puedo disfrutar en este proceso de hacer lo necesario para que la situación sea como yo quiero?


¿Cómo afectan en nuestra mente las preguntas?

Las preguntas que nos hacemos, afectan de tres maneras importantes:

1. En el enfoque. Las preguntas que nos hacemos, son como una lupa que guía nuestra atención hacia la repuesta. Aunque en un principio la respuesta no aparezca, si esa pregunta esta en nuestra cabeza frecuentemente, cuando menos lo esperemos, aparece la respuesta. Además, debemos hacerla con confianza y con la creencia de que aparecerá la respuesta.

2. En lo que suprimimos. Nuestra mente inconsciente capta mucha más información del entorno de lo que somos conscientes, es nuestro cerebro consciente el que suprime la información del entorno que no considera relevante. Ante preguntas del tipo: ¿Por qué me siento infeliz? Estamos suprimiendo el sentirse feliz y presuponiendo que somos infelices. Este es un tipo de pregunta generalmente automática, en el momento que hacemos consciente la pregunta y la convertimos en capacitadora, por ejemplo, ¿Qué deseo hacer para estar feliz?, de esta forma nos enfocamos en lo que antes suprimíamos, como es el “ser feliz”.

3. En los recursos disponibles. A menudo, los recursos e los que disponemos, se ven limitados únicamente por las preguntas que nos hacemos. Las preguntas capacitadoras, nos pueden llevar a comprender nuestra percepción sobre quienes somos, de que somos capaces para conseguir nuestras metas.


Nuestras preguntas influyen en los demás.


Las peguntas, son otro recurso muy útil, para ayudar a otras personas a cambiar su estado de ánimo. Lo conseguimos, haciéndole preguntas que rompan sus pautas de pensamientos negativos, y les enfoquen en aspectos positivos.    




Te animo a que pongas en practica el poder de las preguntas, te sorprenderás de los resultados, solo tienes que poner conciencia en ello.





jueves, 25 de julio de 2013

El poder de las palabras.

                                                EL PODER DE LAS PALABRAS.



Las palabras, no solo pueden crear emociones, sino también acciones, y de nuestras acciones, fluyen los resultados en nuestra vida.

Las palabras pueden hacernos  llorar o reír, pueden producir dolor o placer, con ellas podemos mostrar nuestras intenciones, deseos y emociones.


A lo largo de la historia, ha quedado demostrado, como mediante palabras, muchos hombres han inducido el comportamiento de grandes masa de gente, Gandhi, Buda, Jesucristo, Hitler, etc.


Debemos de llenar nuestro vocabulario con palabras positivas y potenciadoras, ya que esto nos llevará a pensamientos positivos y capacitadores, y a estados emocionales que nos permitan acceder a todos los recursos que llevamos dentro.


La mayoría de nosotros, elegimos nuestro vocabulario de manera inconsciente, y esto nos lleva a entorpecer nuestro rumbo cuando ya lo hemos elegido, a desviarnos del camino marcado.


Ampliemos pues nuestro vocabulario, porque con un rico vocabulario, podemos etiquetar mejor nuestros sentimientos y emociones, puesto que estos se pueden manifestar con mayor o menor intensidad, y no debemos llamar enfado, a una simple molestia o incomodidad, porque si lo hacemos, inconscientemente estamos intensificando esa emoción negativa y convirtiéndola realmente en un enfado.


Las creencias de nuestra mente, se formaron con palabras, y con palabras, las podemos modificar.


Adquiramos a nuestro vocabulario palabras potenciadoras y sustituyámoslas por las limitadoras, usemos palabras que intensifiquen nuestras emociones positivas y que debiliten nuestras emociones negativas, busquemos en nuestro vocabulario habitual que palabras utilizamos para describir nuestras emociones más repetidas y sustituyámoslas por otras palabras más adecuadas, por ejemplo:


·        Bien por excelente.
·        Contento por radiante.
·        Seguro por poderoso.


·        Enfadado por incomodo.
·        Preocupado por inquieto.
·        Cabreado por molesto.



Haciendo esto de manera habitual, al final que convierte en un habito automático e inconsciente, con todas las ventajas ya descritas. Dispondremos así de otro recurso poderoso que nos llevará a alcanzar nuestras metas.


ANÍMATE A PROBAR, NO CUESTA NADA Y ES UN RECURSO MUY PODEROSO.

miércoles, 10 de julio de 2013

La importancia del enfoque


Los estados emocionales en los que nos encontramos en cada momento, determinan nuestra percepción del entorno que nos rodea, nos lleva a tomar unas u otras decisiones y al final, inducen nuestros comportamientos.

Esto significa, que si somos capaces de controlar nuestros estados emocionales, seremos capaces de controlar nuestros comportamientos, en situaciones que pueden ser criticas.

Además, la diferencia entre actuar mal, y hacerlo de forma brillante, reside también en nuestro estado emocional, y no en nuestra habilidad para resolver la situación, puesto que dentro de nosotros tenemos los recursos necesarios para conseguirlo. 

Si podemos estar en un estado de recursos, los tendremos a nuestra disposición y nos sorprenderemos de los resultados obtenidos.

Claro, ¿cómo podemos conseguir ese estado de recursos?. Podemos hacerlo de dos maneras: controlando nuestra fisiología ( de lo que hablaré en otro post), o controlando nuestro enfoque.



El enfoque.

Todos podemos autoinducirnos un estado de ánimo. Podemos sentirnos triste en cualquier momento, si nos enfocamos en acontecimientos del pasado que nos produjeron una gran tristeza. Muchas personas se autoinducen estados no deseados recordando y dándole vueltas a la última bronca que han tenido con su pareja, por ejemplo.

Entonces, si tenemos esa habilidad de forma inconsciente ,la podemos utilizar para producir de forma consciente los resultados favorables que deseemos, podemos inducirnos estados de alegría, de confianza, de gran autoestima, de la misma manera, enfocándonos en situaciones de nuestro pasado que nos llevaron al estado que deseamos.

De su enfoque dependerá, de como se siente acerca de las cosas, y del significado de una experiencia en particular.

La forma de representarnos las cosas en nuestras mentes, determinará la forma en que nos sintamos.

Así que, si te enfocas en el estado emocional que quieres tener, dispondrás de una herramienta muy poderosa para controlar tus comportamientos.

Ánimo, te invito a que lo pongas en practica.


miércoles, 3 de julio de 2013

Aumenta tu autoestima.

A lo largo de nuestra vida, han ido ocurriendo sucesos que afectan en mayor o menor medida a nuestra autoestima, a como nos valoramos a nosotros mismos, que opinión tenemos sobre nosotros.

Eso es inevitable, a todos nos ocurre, pero en nuestra mano esta, tomar la decisión de que eso nos afecte menos, o incluso no nos afecte.

Tenemos el poder de elegir como queremos ver las circunstancias que nos rodean. Podemos descubrir nuevas perspectivas y puntos de vista nuevos en nuestros acontecimientos, en nuestro entorno.

Ve poco a poco, sin miedo y sin asustarte, jugando con tus circunstancias, probando nuevas perspectivas.

Ve atrás en tus recuerdos y busca en ellos circunstancias pasadas que te hicieron sentir mal en algún aspecto de tu vida, aquellos que supusieron para ti un golpe a tu autoestima, y entonces:

  1. Míralo desde otro punto de vista, desde una perspectiva más positiva para ti.
  2. Piensa que en aquel momento, lo hiciste lo mejor que sabias hacerlo, no te culpes ni te juzgues.
  3. Comprende, que ahora eres más maduro, tienes más experiencia. Quédate con lo positivo que sacaste de aquello. Siempre hay algo positivo en toda circunstancia que vives, solo tienes que buscarlo.
  4. La experiencia te capacita más para superar las circunstancias adversas, si has aprendido de las que ya te sucedieron. 
  5. Si estas más capacitado, no te subestimes, confía en ti, y cree que ahora lo vas ha hacer mejor y actúa.
  6. Ponerte pequeños retos que sabes que puedes conseguir, te da la confianza de ir a por otros más grandes.

Sobre todo: CONFÍA EN TI, TODOS TENEMOS MÁS PODER DEL QUE CREEMOS.

ATRÉVETE A DESCUBRIRLO