A lo largo del día, no paramos de pensar, sea de manera consciente o
inconsciente, pero lo cierto es que lo hacemos.
Con mucha frecuencia, tomamos
decisiones, aunque sean de pequeña importancia. Esas decisiones, las tomamos
después de hacer una evaluación, y son respuestas a una o varias preguntas que
nos hemos hecho aun sin darnos cuenta de ello.
Generalmente funcionamos de manera automática, y no somos conscientes
de este proceso, ni por supuesto, de las preguntas que nos formulamos.
Entonces si nuestras decisiones, dependen de las preguntas que nos
formulamos, y estas decisiones determinan nuestras acciones y nuestro
comportamiento. Podemos determinar, que las preguntas que nos formulamos,
determinan nuestro comportamiento y nuestra vida en gran medida.
Nuestras
preguntas son la clave.
Si tomamos consciencia del poder verdadero de nuestras preguntas,
podemos tener un control sobre ellas, es cuestión de observar y entrenar
nuestra consciencia en ello.
Por todo esto, si los resultados que hasta ahora hemos tenido en
nuestra vida, no son los que deseamos, es porque no hemos formulado las
preguntas correctas. Preguntas de calidad, crean calidad de vida.
Busquemos preguntas capacitadoras, y no preguntas limitadoras. Las
segundas, nos llevan a enfocarnos en el problema, metiéndonos en un círculo
vicioso destructivo que no nos aporta nada saludable.
Las preguntas capacitadoras, nos enfocan en las soluciones, y nos
capacitan en la obtención de buenos resultados.
Estas son cinco preguntas de gran valor que puedes utilizar para
superar cualquier obstáculo que se te presente:
1. ¿Cuál es la magnitud real de este desafío?
2. ¿Qué hay que se puede mejorar?
3. ¿Qué no
voy a hacer para lograr que la situación sea como yo quiero?
4. ¿Qué voy a hacer para lograr que la situación sea la
que quiero?
5. ¿Cómo puedo disfrutar en este proceso de hacer lo
necesario para que la situación sea como yo quiero?
¿Cómo
afectan en nuestra mente las preguntas?
Las preguntas que nos hacemos, afectan de tres maneras importantes:
1. En el enfoque. Las preguntas que nos hacemos, son como una lupa que guía nuestra
atención hacia la repuesta. Aunque en un principio la respuesta no aparezca, si
esa pregunta esta en nuestra cabeza frecuentemente, cuando menos lo esperemos,
aparece la respuesta. Además, debemos hacerla con confianza y con la creencia
de que aparecerá la respuesta.
2. En lo que suprimimos. Nuestra mente inconsciente capta mucha más información del entorno
de lo que somos conscientes, es nuestro cerebro consciente el que suprime la
información del entorno que no considera relevante. Ante preguntas del tipo:
¿Por qué me siento infeliz? Estamos suprimiendo el sentirse feliz y
presuponiendo que somos infelices. Este es un tipo de pregunta generalmente automática,
en el momento que hacemos consciente la pregunta y la convertimos en
capacitadora, por ejemplo, ¿Qué deseo hacer para estar feliz?, de esta forma
nos enfocamos en lo que antes suprimíamos, como es el “ser feliz”.
3. En los recursos disponibles. A menudo, los recursos e los que disponemos, se
ven limitados únicamente por las preguntas que nos hacemos. Las preguntas
capacitadoras, nos pueden llevar a comprender nuestra percepción sobre quienes
somos, de que somos capaces para conseguir nuestras metas.
Nuestras
preguntas influyen en los demás.
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